Revista SciELO
MEDISAN vol.17 no.2 Santiago de Cuba feb. 2013
Hospital Provincial Docente Clinicoquirúrgico "Saturnino Lora Torres", Santiago de Cuba, Cuba
El siguiente articulo se basa en un estudio descriptivo y observacional acerca de la utilizacion de antibioticos en 207 pacientes ingresados y operados de cirugias mayores que presentaron infecciones posoperatorias en el Servicio de Cirugía General del Hospital Provincial Docente "Saturnino Lora" de Santiago de Cuba, durante el trienio 2008-2010.
Fueron revisadas las historias clínicas de los pacientes seleccionados así como los resultados de los estudios microbiológicos.
Se registraron 260 procesos infecciosos, puesto que 34 pacientes lo presentaron en más de una localización. La infección incisional superficial del sitio operatorio fue la más común (148 pacientes, para 56,9 %) con predominio en los expuestos a operaciones sucias (61 para 23,5 %) y contaminadas (35 para13,5 %); las infecciones en órgano/espacio se produjeron en 45 enfermos (17,3%) y predominaron en operaciones sucias y limpias-contaminadas. Entre otras localizaciones sobresalieron las respiratorias (12,3 %) y las cardiovasculares, estas últimas como consecuencia de la flebitis (6,2%).
De las 135 muestras de secreciones de las heridas superficiales y de las 9 profundas, se halló que 96,3 y 100%, respectivamente, fueron positivas de contaminación, según resultados de los estudios microbiológicos efectuados, así como también 28 de las obtenidas de secreciones de cavidades (89,3 %), 12 de los catéteres (75,0 %) y una de los 22 hemocultivos realizados (4,5%).
Entre los gérmenes aislados en los cultivos, los más frecuentes son: Klebsiella (69, para 39,2 %), Escherichia coli (64, para 36,4 %) y Acinetobacter baumanni (58, para 33,0 %). El mayor porcentaje de sensibilidad corresponde a la cefazolina, recomendada para la profilaxis antimicrobiana.
Las infecciones posoperatorias aumentan en consonancia con un mayor grado de contaminación durante el acto quirúrgico, independientemente de donde se produzcan. Entre los factores predisponentes para las diferentes localizaciones figuran la disminución de la resistencia local por heridas traumáticas o quirúrgicas y la contaminación a través de inyecciones, cateterismo (vesical, venoso o arterial), endoscopia, soluciones parenterales, transfusiones sanguíneas, entubación endotraqueal y ventiladores pulmonares, entre otros.
Los microorganismos más comúnmente identificados fueron muy variados, al igual que en otros estudios, por lo cual puede afirmarse que el espectro de la infección posquirúrgica se diversifica cada día más; asimismo, las bacterias gramnegativas predominaron también en otras series, con diferencias porcentuales mínimas, y Rodríguez et al 17 hallaron primacía del estafilococo y la Escherichia coli.
Los resultados de los cultivos realizados, así como la determinación del patrón de resistencia antimicrobiana, apoyaron la selección racional de los antibióticos utilizados para el tratamiento de las infecciones posquirúrgicas en esta casuística, lo cual constituyó un parámetro muy importante para evitar su prescripción indiscriminada.
El tiempo promedio de administración de antibióticos en esta casuística resultó ser de 17,4 días, con un mínimo de 3 y máximo de 95, así como una desviación estándar de 13,0 días. Estas cifras revelan la relación existente entre infección posoperatoria, realización de exámenes complementarios y aplicación de antibióticos, con la prolongación consecuente de la estancia hospitalaria, todo lo cual aumenta inexorablemente los costos de la asistencia médica.
A mayor efecto de un antibiótico sobre los microorganismos, aumenta la posibilidad, por alteración de la microflora normal, de que uno solo se haga predominante y se reinfecte el paciente, entre otros efectos indeseables.
Las infecciones posoperatorias afectan el prestigio de las instituciones médicas, prolongan la estadía hospitalaria de los pacientes y los gastos por concepto de hospitalización y uso de fármacos, disminuyen la disponibilidad de camas y salones de operaciones, desvían recursos humanos y financieros destinados al progreso y desarrollo de la sociedad.
Los resultados obtenidos pueden contribuir al esfuerzo por la utilización racional de los antibióticos y evitar su aplicación indiscriminada, por lo cual se recomienda establecer protocolos estandarizados según la sensibilidad y el patrón de resistencia obtenidos en los estudios microbiológicos realizados, acorde con el mapa bacteriológico en cada unidad hospitalaria.
Aqui el link del articulo:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1029-30192013000200002